Ma. Fernanda Arauz

feb 262 min.

El fentanilo, un potente opioide que causa alarma social

El Informe Mundial sobre las Drogas 2022, realizado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), indica que el consumo de drogas ha experimentado un aumento del 22%, a escala global, durante la última década. Este incremento fue significativo en países en desarrollo y, en lo que respecta a Sudamérica, el consumo de opioides se elevó en un 58%, según la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) de la ONU, lo que supera el promedio mundial en un 41%.

 

El documento destaca que Ecuador y Estados Unidos son los únicos de América que reportan los opioides como la droga predominante, entre quienes comienzan tratamientos de rehabilitación. Esta sustancia es natural y sintética, y actúa sobre los receptores ubicados en el sistema nervioso. Aquellos que son endógenos, es decir, producidos de forma natural en el organismo. Estos son conocidos como endorfinas, encefalinas y dinorfinas, que desempeñan un papel fundamental en la modulación del dolor y la regulación del estado de ánimo.

 

El uso y abuso de opioides exógenos, como medicamentos y drogas recreativas, puede perturbar este equilibrio. Lo que conlleva a la dependencia, la tolerancia y otros efectos adversos como la depresión respiratoria, rigidez muscular, estreñimiento agudo e incluso problemas cardíacos.

 

El Dr. Mohamed Sánchez, docente de Medicina en la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL) y especialista en anestesiología, detalla que se dividen en débiles y fuertes. En estos últimos se ubican la morfina y el fentanilo, muy comunes en anestesiología y empleados para el tratamiento del dolor severo en casos agudos o crónicos, como en pacientes con cáncer.

Foto: cortesía UTPL

Los débiles se encuentran en sustancias de empleo más frecuente. El tramadol es utilizado para el dolor agudo y crónico; la loperamida, en tratamientos contra la diarrea, debido a su capacidad para reducir la motilidad intestinal. La codeína y el dextrometorfano son ingredientes activos comunes en jarabes para la tos, gracias a sus efectos sedantes en las vías respiratorias.

 

El especialista advierte sobre los riesgos del uso inadecuado de estos medicamentos, “el fentanilo puede provocar depresión respiratoria, tórax leñoso y daño cardíaco. Si se administra rápidamente por vía endovenosa, causa rigidez en la pared del tórax, el diafragma y los músculos de la laringe”.

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