Ma. Fernanda Páez estaba confinada durante su embarazo y dio a luz a mellizos en época de pandemia. Seguir las indicaciones del médico, la cercanía de sus padres y el apoyo de su esposo le han permitido vivir una conexión más fuerte en el desarrollo de sus niños. Aconseja a otras mamás y cuenta su experiencia.
La maternidad implica un desafío y un cambio de vida, más aún en época de pandemia. El encierro, el temor al contagio y los obstáculos que conllevan visitar personalmente al médico, durante el embarazo, generan estrés adicional. Luego vienen el parto y los cuidados especiales para la madre y el bebé.
Ma. Fernanda Páez es mamá pandemial. Estuvo la mayor parte de su estado de gravidez en confinamiento. Ahora, sus mellizos Teo y Alegría están en casa. Estos factores, sumados al proceso de crianza, han dado a su vida un giro de 180 grados. Sin embargo, detalla lo positivo de la gestación en estas condiciones.
Cuenta que tuvo un embarazo maravilloso. “El confinamiento me ayudó a vivir cerca de mis padres y con mi esposo. Ellos, consintieron mis antojos, comidas preferidas y me brindaron mucho amor”. También fue importante que la pareja tuviera jornadas de teletrabajo. Esto les permitió compartir los síntomas y las horas de sueño. "Hemos estado conectados con los pequeños, participando de sus primeras veces”.
Por las circunstancias, no pudo “pasearse con la pancita” ni visitar a sus amigas o a la familia para mostrar su evolución. La decoración de la habitación de los bebés, la compra de ropa y demás artículos la realizó por Internet, mediante catálogos en línea. Y las reuniones con los seres amados las efectuó por videoconferencias.
Hugo Garzón, ginecólogo del Hospital Metropolitano, atendió a Ma. Fernanda. Entre las recomendaciones del especialista estuvieron siempre presentes comer saludable y caminar a diario durante 30 minutos. Esto último, lo cumplió en la terraza de la casa de sus papás. El médico recetó tomar ácido fólico y hierro los tres primeros meses de la gestación. Más adelante, fue fundamental suministrar aportes nutricionales y vitamínicos, para el desarrollo de los bebés.
Salía exclusivamente para los controles médicos mensuales. El profesional, que la atendía, sugirió realizar actividades en el hogar que le permitan distraerse; comer saludable para mantenerse en forma; realizar ejercicios de respiración y físicos, para evitar enfermedades como placenta previa o preeclampsia; escuchar música que estimule los sentidos; y, leer semanalmente para conocer los avances de la gestación y sobre cómo ser madre de dos.
Una vez que llegó el día y la hora del parto, el 27 de agosto de 2020, la experiencia fue indescriptible. Las indicaciones de Garzón fueron de gran ayuda para su preparación. En este proceso, su familia se mantuvo cerca. La cesárea la realizaron con compresor de útero, el corte relativamente pequeño y el médico le indicó no realizar esfuerzo físico, bajar o subir gradas. Además de pequeños consejos para sentirse feliz con los cambios naturales, físicos y hormonales, que conllevan el cuerpo de una mujer en esta fase.
Hoy, disfruta el tiempo en familia y aconseja a las mamás pandemials, al decir: “No se sientan tristes ni entren en desesperación. Mantenerse en casa, por ahora, es lo mejor. Descansen, lean mucho, duerman tanto como puedan y coman saludable. Tomen fotos, amen la transformación de su cuerpo, por dentro y por fuera. Recuerden que lo que sienten, lo trasmiten a sus bebés. Sean felices y estén tranquilas”.
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