La enfermedad renal crónica (ERC) es un problema de salud pública, que afecta al 13,4% de la población a escala mundial (1,3 de cada 10 adultos). El impacto es significativo, entre cinco y 10 millones de personas mueren cada año por esta afección.
En Ecuador, la ERC es la segunda causa de muerte y discapacidad. Según diversas estimaciones realizadas, sobre la base de la prevalencia global, aproximadamente 1,8 millones de ecuatorianos la padecen y la mayoría no tiene un diagnóstico certero. Según la Sociedad Ecuatoriana de Nefrología, el 30% de los casos se deben a diabetes mellitus 2, el 25% a hipertensión arterial y el 20% a glomerulopatías.
Es una enfermedad asintomática y el diagnóstico suele llegar tarde, cuando ya no es posible detener su avance. En los casos más graves se requiere tratarla con diálisis o trasplante de riñón, también aumenta el riesgo de muerte prematura por enfermedades cardiovasculares asociadas.
El nefrólogo español Dr. Alberto Ortiz, jefe de Nefrología e Hipertensión en el Instituto de Investigación Sanitaria de la Fundación Jiménez Díaz en Madrid, participó en el evento académico organizado en Quito por Boehringer Ingelheim, para compartir con la comunidad médica ecuatoriana información sobre el fármaco empagliflozina.
En el evento estuvieron: Dirk Van Niekerk, director general de Boehringer Ingelheim de Sudamérica; Dr. Alberto Ortiz, jefe de Nefrología de la Fundación Jiménez Díaz; y, Marcelo Dotti, gerente general de Boehringer Ingelheim-Clúster Ecuador y Perú.
Comentários