Cuando se disfruta de las cálidas temperaturas, de las actividades al aire libre, del mar o de una piscina –en temporada de verano– no solo hay que tener cuidado con la piel. Los oídos también son importantes y se debe estar consciente de las posibles afecciones, que pueden surgir en esta época del año, explica Erika Martí, terapista de lenguaje de GAES Ecuador.
El agua de mar es un riesgo para los oídos, el impacto fuerte de una ola directamente en el órgano podría ocasionar una perforación timpánica. Y, el exceso de agua con cloro de las piscinas causar otitis, enrojecimiento e inflamación.
¿Qué hacer entonces? La especialista explica que es importante mantener las orejas limpias y sin humedad después de cada baño, use una toalla suave para secar el exterior de los oídos. Antes de sumergirse en una piscina, asegúrese que esté limpia, ya que zambullirse en aguas contaminadas aumenta el riesgo de infecciones auditivas.
Además, es fundamental que cuando ingrese al mar o a una piscina, lo haga de forma pausada para evitar que el agua entre bruscamente en los oídos. Una opción es el uso de protectores auditivos a la medida, como tapones. Es indispensable mantenerse hidratado y beber agua frecuentemente. La deshidratación puede causar mareos y acúfenos (ruido interior), que afectan el bienestar auditivo. Si su viaje es en avión, evite dormir durante el despegue y aterrizaje. Tenga cuidado con las corrientes de aire y el uso de aires acondicionados, que afectan a la audición.
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