El autocuidado en casa es importante para palear ciertas dolencias. Si padece de dolor de cabeza, por ejemplo, tome medidas. Suministrarse ácido acetilsalicílico es una alternativa, ya que es un medicamento de absorbido rápido por el tracto gastrointestinal superior. Al combinarlo con cafeína, se potencia su efecto, en un 41%.
El dolor de cabeza es una molestia que afecta a casi todas las personas, por lo menos una vez en la vida, y se produce por factores externos, internos y psicológicos. Por lo general, va de la mano con malestares secundarios, convirtiéndolo en un trastorno de gran amplitud.
Entre los estímulos externos que producen este padecimiento se encuentran: la exposición a temperaturas extremas, variaciones de la presión del aire durante vuelos en avión, luces brillantes, ambientes ruidosos y olores o sonidos fuertes. Los factores internos comunes son las alteraciones hormonales, cambios de horario en el sueño, irregularidad en las comidas, congestión nasal o ingesta de alcohol. Y, entre las afectaciones psicológicas, que pueden generar una cefalea, están el estrés, conflictos emocionales o depresión.
La IHS o Sociedad Internacional de la Cefalea ha identificado al menos 165 tipos diferentes de dolores de cabeza. De estos, uno de los más fuertes es la migraña, que suele presentar síntomas anticipados como cansancio, irritabilidad, ansiedad, náuseas, vómito, falta de apetito e hipersensibilidad al ruido y la luz. Una vez con el dolor, otros síntomas se manifiestan como distorsiones en la visión, hormigueo en manos y pies, adormecimiento de las piernas y hasta dificultades en el habla.
Jaime Bonilla, asesor Médico de Bayer, señala que existen alrededor de 120 millones de personas que sufren de migrañas en el mundo, con cerca de 1 400 millones de ataques al año. Además, las mujeres son quienes padecen esta afectación tres veces más que los hombres. Si bien, no se habla de los dolores de cabeza como una enfermedad sino como una alteración o afectación, es posible tratarlos, aliviarlos y prevenirlos.
¿Qué hacer en casa? Bonilla recomienda identificar aquellos factores que desatan la dolencia e implementar hábitos de vida saludable, realizar técnicas de relajación como actividad física, meditación o yoga y utilizar ciertos medicamentos de venta libre para reducir su frecuencia y severidad, es decir practicar el autocuidado como una forma de vida.
Entre los medicamentos recomendados por la Sociedad Alemana de la Migraña y la Cefalea, el ácido acetilsalicílico ocupa el primer lugar para el tratamiento del dolor de cabeza en una dosis recomendada de 1 000 miligramos para ataques agudos. Su acción bloquea la producción de las prostaglandinas en el cuerpo, sustancias químicas que se activan en presencia de algún estímulo nocivo y ocasionan el dolor. Además, reduce su fuerza y produce alivio en el paciente.
Contiene un principio activo cuyas primeras indicaciones lo muestran como analgésico, antipirético y antiinflamatorio, eficaz y bien tolerado. Ha sido el fármaco de venta libre más utilizado durante 100 años. A decir de Bonilla, “un gran número de pacientes, que ya conocen su enfermedad y saben cómo manejarla, obtienen alivio con analgésicos como el ácido acetilsalicílico, preferiblemente si tiene cafeína en su composición para potenciar su efecto”. En los casos de grado mayor es necesario utilizar medicación especializada, con ciertos componentes adicionales que combaten el dolor dependiendo la patología.
Si usted padece de migraña, el especialista resalta que es importante tener en cuenta que, aunque no tiene cura, la ciencia ha avanzado mucho en su tratamiento, sobre todo en el desarrollo de nuevos esquemas de prevención. Para esto, la dosis recomendada es de 650 mg, más cafeína (65 mg). En el tratamiento de los ataques de migraña es de uno a dos comprimidos como dosis única administrada, cada seis a ocho horas, sin exceder los cinco comprimidos diarios en adultos.
El autocuidado, desde la visión de OMS, predica la automedicación responsable de medicamentos de venta libre, lo que genera una disminución sustancial de los costos para el sistema de salud, optimiza los recursos gubernamentales, disminuye los gastos para los usuarios y mejora la calidad de vida con productos destinados a reducir el riesgo de enfermedades.
