Mathew Perry falleció el sábado 28 de octubre, a los 54 años. El actor que personificó a Chandler Bing, en la serie estadounidense Friends, fue encontrado en el baño de su residencia sin traumatismos evidentes.
Este fin de semana los socorristas del 911 de Los Ángeles acudieron a una emergencia, pasadas las 16:00. Aparentemente, en un audio filtrado en redes sociales, habría sido el propio Perry, quien realizó la llamada. Los paramédicos, ya en el lugar, constataron e informaron la muerte del artista. No se registraron señales de violencia física. Existe la presunción de que sufrió un paro cardíaco y posterior ahogamiento, mientras tomaba un baño en su jacuzzi. Los resultados de las pericias legales con el cuerpo de la víctima no se han hecho públicos.
La estrella de Friends padeció varios quebrantos físicos, a consecuencia de la severa adicción a drogas y alcohol, que enfrentó por varias décadas. Esto le llevó a internarse por 15 ocasiones en instituciones de rehabilitación y a someterse a 14 cirugías. Muchos de estos pasajes fueron recolectados en su autobiografía ‘Friends, Lovers and the Big Terrible Thing’ (Amigos, amantes y aquello tan terrible), publicada en noviembre de 2021. Este libro relata cómo su vida estuvo en peligro en varias oportunidades.
Si bien Mathew arrastraba un problema de alcoholismo, desde los 24 años, cuando debutó en la popular serie, conforme pasaba el tiempo sumaba una cantidad mayor de conflictos, que le resultaban imposibles de manejar. En 1997, tras un accidente en una moto acuática, recibió analgésicos derivados de opiáceos para aliviar el dolor. Esta fue la puerta de entrada para entregarse al uso de Vicodin. Llegó a consumir, de acuerdo con su testimonio, hasta 55 de estas pastillas al día, acompañadas de un litro de vodka. Como consecuencia de este mal hábito sufrió diverticulitis, caracterizada por la formación de bolsas en el revestimiento del sistema digestivo. Los pacientes con este padecimiento tienen dolor abdominal intenso, fiebre, náuseas y el cambio marcado de los hábitos intestinales. Los cuadros identificados como graves de esta afección se tratan mediante intervenciones quirúrgicas.
En 2019, con el colon deshecho, los médicos le dieron el 2% de probabilidades de sobrevivir al estado en el que se encontraba. Luego de dos semanas en coma y cinco meses de hospitalización, logró restablecerse. No obstante, como secuela tuvo que llevar una bolsa de colostomía los siguiente nueve meses.
Tan solo dos años después, en un centro de rehabilitación en Suiza, el intérprete fingió un fuerte dolor de estómago para acceder a un opiáceo, en este caso hidrocodona. Este medicamento, en combinación con el anestésico que le colocaron, previa a una operación programada, causó que se detuviera su corazón. Superada la urgencia, explicó a los medios: “Me contaron que un hombre suizo muy pesado no quería que el tipo de Friends se muriera en su camilla, así que me hizo la reanimación durante cinco minutos, golpeando y machacando mi pecho”. Con ocho costillas fracturadas Perry logró mirar un nuevo amanecer. Este acontecimiento, también le trajo repercusiones profesionales. Estaba programado que participe en la película de Netflix Don´t Look Up (No mires arriba) en 2021, con Leonardo DiCaprio, Jennifer Lawrence y Meryl Streep, y con la cual había planificado darle un impulso a su trabajo en el cine, venido a menos. Por este percance, quedó fuera de la producción.
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