Llegar a la consulta de un profesional es el mejor consejo para tratar los trastornos depresivos. Estos pueden ser leves, moderados o graves. Reconocer los síntomas y buscar ayuda de forma abierta evitará que se incremente el índice de suicidios.
Según el ECU 911, de enero a junio de 2022, se han registrado 258 suicidios y 438 intentos, lo que equivale a entre uno y dos suicidios diarios en el país. Aún más preocupante, los intentos de suicidio duplican esta cifra.
Es fundamental reaccionar ante los signos de alerta de la depresión o la ideación suicida, visitando regularmente especialistas que traten las afecciones mentales y emocionales, y alentando a personas cercanas que manifiesten síntomas relacionados con la depresión a hacer lo mismo. Solo un profesional tiene la capacidad de diagnosticar, prevenir y tratar enfermedades como el trastorno depresivo.
“El suicidio es una realidad que genera un irreparable daño individual y social. Gran parte de los casos están asociados a algún trastorno mental, lo que indica que la correcta intervención podría prevenir la mayoría de estas pérdidas”, menciona el doctor Armando Camino, especialista en Psiquiatría, con enfoque en Urgencias Psiquiátricas. Gracias a los avances científicos, las personas cuentan con nuevas opciones terapéuticas; para acceder a estos tratamientos es indispensable ser diagnosticado oportunamente por un profesional. Estar atentos a los signos de alarma, para buscar ayuda, es la clave para la prevención.
Las alteraciones como la depresión pueden hacerse crónicos o recurrentes con el tiempo, dificultando el rendimiento personal en cualquier área de desempeño y la capacidad para afrontar la vida, en general. Dependiendo del número y de la intensidad de los síntomas, los episodios depresivos pueden clasificarse como leves, moderados o graves. Si es leve, se puede tratar sin necesidad de medicamentos, pero cuando tiene carácter moderado o grave puede conducir al suicidio.
La depresión y los estados mentales relacionados suelen confundirse con situaciones momentáneas, que pueden ser tratadas de manera individual. Esta es una concepción errónea. “Diversos factores han afectado la salud mental en los últimos años, ejemplo de esto, la pandemia. Debemos saber que nadie está exento de sufrir afectaciones preocupantes en su bienestar mental, además puede ocurrir en cualquier etapa de la vida”, explica Luisa Puyol, gerente de Asuntos Médicos de Janssen Ecuador. “La vergüenza y la culpa al reconocer los trastornos se debe al estigma social. Padecerlos no es algo fuera de lo común, es consecuencia de una combinación de factores biológicos, psicológicos y sociales, que deben ser estudiados. Es por eso que la consulta es el mejor consejo”, concluye Puyol.
La depresión no siempre se devela con una apariencia de tristeza o de imposibilidad de levantarse de la cama a diario. Se manifiesta en personas que incluso siguen con sus actividades regularmente. Sin embargo, la situación al interior de los afectados es opuesta. Negar o ignorar los síntomas a sí mismos, por temor a ser discriminados social o laboralmente, solo escalará la afección. Para vencer los conflictos emocionales es necesario abogar por una sociedad más abierta, para que quienes creen tener esta condición se sientan tranquilos en hablarlo, reconocer los síntomas y, sobre todo, consultar con un especialista.
