Diciembre con salud: claves para disfrutar el mes más festivo
- Redacción Prilmed
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El último mes del año es sinónimo de encuentros, familia, mesas llenas y celebraciones que se extienden hasta la medianoche. Sin embargo, este ritmo festivo puede convertirse en un desafío para el organismo. Cambios en la alimentación, trasnoches, estrés y disminución de la actividad física suelen pasar factura, afectando no solo el bienestar general, sino también aspectos clave de la salud.
Durante estas semanas, es común que aumenten la fatiga, la retención de líquidos, los malestares, entre otros síntomas. A esto se suma que, en muchos casos, la alimentación se vuelve más rica en grasas, azúcares y sodio, lo que incrementa la carga metabólica del cuerpo. Si bien estos excesos parecen inocentes, su impacto acumulado afecta el equilibrio general del organismo.
Un punto importante para considerar es que, para personas con factores de riesgo, los excesos típicos de las fiestas influyen en la salud cardiovascular. Aunque se trate de un breve periodo del año, consumir alimentos muy salados, aumentar la ingesta de alcohol y reducir la actividad física favorece la elevación temporal de la presión arterial o el aumento de la frecuencia cardíaca. No se trata de alarmar, sino de recordar que pequeños hábitos marcan la diferencia.
Por ello, en este periodo festivo, la doctora Liliana Cristiansen, vocera médica de Megalabs, recomienda reforzar prácticas de autocuidado que permitan disfrutar diciembre con salud:
Alimentación equilibrada: deleitarse de los platillos tradicionales con moderación. Combinar las comidas densas con opciones más ligeras como ensaladas, frutas y preparaciones al vapor ayudan a mantener el balance.
Hidratación adecuada: el consumo de agua es esencial para apoyar la digestión, la circulación y el adecuado funcionamiento del organismo.
Movimiento diario: una caminata de 20 a 30 minutos, bailar en familia o hacer pausas activas ayuda a contrarrestar el sedentarismo típico de las reuniones.
Gestión del estrés: las fiestas generan presión emocional. Practicar respiración consciente, dormir bien y priorizar momentos de calma contribuyen al bienestar general.
Evitar excesos innecesarios: reducir el consumo de alcohol, alimentos muy procesados o altos en sodio ayuda a proteger tanto el sistema digestivo, como el cardiovascular.
Escuchar al cuerpo: dolores recurrentes, hinchazón persistente, palpitaciones o fatiga excesiva son señales que no deben ignorarse. Consultar a un profesional es clave si los síntomas se mantienen.
En este fin de año, la celebración no está reñida con el autocuidado. Al contrario, es una oportunidad para disfrutar plenamente y entrar al 2026 con energía, equilibrio y bienestar. Cuidar de la salud es, al final, el mejor regalo que podemos darnos y compartir con quienes más queremos.


