Las ondas de choque, rápido alivio sin cirugía
Actualizado: 14 sept 2022
Las ondas de choque son una pieza clave en la medicina regenerativa. Se trata de un impacto o un golpe acústico diseñado para aumentar la actividad celular ante alguna patología. El primer resultado positivo de este procedimiento es formar vasos sanguíneos a partir de los existentes, lo que se conoce como angiogénesis, e incluso crear nuevos (neoangiogénesis).

Con una mayor cantidad de vasos sanguíneos, o mejorando su calidad, la respuesta celular es superior. Los beneficios de este tratamiento se registran en la reparación de músculos, ligamentos, cartílagos y huesos. En el caso de una fractura que no consolida o ‘no se pegó’, las ondas de choque tienen la capacidad –sin hacer ninguna herida e incisión– de aplicar una energía que migra y activa las células que van a reconstruir y reparar ese hueso, permitiendo tener un proceso de restitución normal.
Además, incrementa la producción de colágeno a través de nuevas y mejores células, siendo factible su empleo también en tejidos blandos como la piel. Resulta muy útil para tratar problemas en tendones afectados por inflamación o procesos degenerativos. En cuadros más simples como contracturas en grupos musculares grandes (cuádriceps y espalda), acelera la recuperación y evita el uso de medicamentos, que suelen ocasionar efectos secundarios, a largo plazo.
Existen dos sociedades mundiales que acreditan esta técnica en todas las especialidades médicas. La International Society for Medical Shockwave Treatment (ISMST) y la Federación Ibero-Latinoamericana de Sociedades y Asociaciones de Ondas de Choque e Ingeniería Tisular en Medicina (ONLAT), organizaciones –sin fines de lucro– que se encargan de enseñar y avalar a los médicos y terapistas su aplicación.
Paul Terán Vela, traumatólogo-ortopedista, con especialidad en Ortopedia Deportiva y experto en Ecografía Músculo-Esquelética del Centro de Especialidades Ortopédicas de CITIMED, en Quito, explica que en Ecuador este recurso “en manos de expertos es una importante herramienta para curar muchas patologías. Es preciso que, tanto equipos como profesionales, estén certificados y/o capacitados”.
En la práctica, se pueden diferenciar las ondas de choque focal, generadas por instrumentos de alta precisión, que emiten energía acústica controlada. Solo médicos especialistas las utilizan, debido a la complejidad de la tecnología. Y las ondas de presión radial, que son capaces de entregar menor cantidad de potencia, pero que tienen efectos terapéuticos efectivos en los tejidos superficiales del cuerpo. Sin embargo, deben ser empleadas por personal médico general o fisioterapéutico, con la debida formación científica.
Otros beneficios
Alivio de las molestias con pocas sesiones, curación o reparación de tejidos como: tendones, músculos, piel y hueso, que sufren de patologías crónicas.
El paciente puede retornar a las actividades laborales o deportivas rutinarias en menor tiempo y sin necesidad de procedimientos invasivos como cirugías.
La onda de choque, una vez aplicada, genera un proceso de reparación celular dependiendo de la gravedad de la lesión que se tenga previamente.
Se debe tomar en cuenta la patología y condición del paciente para que este o cualquier tratamiento tenga éxito. Es fundamental una evaluación en ortopedia y traumatología.