La investigación médica y farmacéutica refleja avances significativos y positivos en el control de enfermedades como el cáncer cervicouterino, que se puede prevenir a través de medidas como la vacunación que evita las infecciones causadas por los Virus del Papiloma Humano (VPH), tanto en mujeres como en hombres.
Este cáncer es el cuarto más común entre las mujeres, a escala mundial. En Ecuador es el segundo, después del de mama. En 2020 se registraron 1 534 nuevos casos y, en este mismo año, la neoplasia maligna de útero fue una de las principales causas de mortalidad femenina.
Por su incidencia, se ha convertido en un problema de salud pública. El VPH es la enfermedad de transmisión sexual más frecuente, tanto que alrededor del 80% de todos los hombres y mujeres, sexualmente activos, lo contraen en algún momento de su vida.
El 26 de marzo es el Día Mundial de la prevención del Cáncer de Cuello Uterino y la Organización Mundial de la Salud presentó una estrategia denominada 90-70-90, para acelerar la eliminación de esta afección. Se enfoca en tres pilares: vacunación, detección y tratamiento.
Las metas para el 2030 son que el 90% de las niñas se vacunen antes de cumplir los 15 años; el 70% de las mujeres sean examinadas antes de los 35 años y antes de los 45 años, mediante una prueba de alta precisión; y, que el 90% de las mujeres, diagnosticadas con cáncer de cuello uterino, reciban tratamiento. Ecuador forma parte de los países que se adhirieron a esta estrategia.
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