Elevar el consumo de leche ayuda a combatir la desnutrición infantil
- Redacción Prilmed

- 1 oct
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Una alimentación adecuada durante los primeros años de vida es clave para el desarrollo físico, cognitivo y emocional de los niños. Garantizar que todos los hogares tengan acceso a alimentos nutritivos y seguros sigue siendo un desafío central para mejorar la salud.
Ecuador produce, aproximadamente, 5,3 millones de litros de leche al día, según el Centro de la Industria Láctea (CIL), pero el consumo per cápita se mantiene en 112 litros al año, por debajo de los 180 litros recomendados por la FAO y la OMS. Esta brecha revela que, aunque la leche esté disponible, no se la aprovecha completamente.
Estudios del National Institutes of Health señalan que un consumo adecuado de lácteos reduce el riesgo de enfermedades crónicas, como osteoporosis e hipertensión, y promueve un desarrollo infantil saludable. Por ello, es fundamental consumir productos que incorporen nutrientes esenciales.
La leche aporta proteínas de alto valor biológico, calcio, vitamina D y vitaminas del complejo B, nutrientes esenciales para el crecimiento, el desarrollo cognitivo y el fortalecimiento del sistema inmunológico. Los aminoácidos que tiene en su composición favorecen la concentración y el buen funcionamiento cerebral, aportando agilidad mental. Nutrientes como el zinc y las vitaminas A y B12 fortalecen el sistema inmunológico.
Según María Belén Andrade, vocera nutricional de La Vaquita, “una dieta equilibrada que incluya leche garantiza la ingesta de nutrientes esenciales para el correcto crecimiento y desarrollo de los niños. Este alimento debe estar presente en la mesa de las familias, especialmente en los primeros mil días de vida, donde la nutrición marca la diferencia en el futuro de los niños”.







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