Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el consumo de azúcar en un adulto promedio no debería exceder el 10% de su ingesta de calorías. Es decir, el equivalente a unos 50 gramos o 12 cucharaditas. “Ingerir en demasía incrementa los niveles de glucosa en la sangre, genera una inflamación sistémica y da paso a todo tipo de patologías”, explica Jéssica Orellana, nutricionista de Monk Frut.
En el mundo, los consumidores buscan sustitutos naturales, con endulzantes de distintas características y atributos variados. Entre los más recomendados están la miel de abeja, que es rica en antioxidantes como flavonoides, fenoles, enzimas y ácidos orgánicos similares, que son capaces de reducir el riesgo de ataques al corazón. La panela que posee glucosa, fructosa, vitaminas y minerales (fósforo, hierro y calcio). La stevia, un sustituto del azúcar que permite endulzar comidas y bebidas sin aportar calorías. Y, el fruto del monje, un producto 100% orgánico y natural, con poderes antioxidantes que favorecen la aceleración del metabolismo.
Susan Bowerman, directora de Nutrición en Herbalife Nutrition, aclara algunos mitos y verdades sobre el azúcar que contienen las frutas y los carbohidratos. La experta explica que las frutas frescas aportan con agua, vitaminas, minerales, fibra y fitonutrientes, los cuales se producen de manera orgánica en los compuestos de las plantas y tienen diferentes beneficios para el cuerpo.
“Es verdad que cuando comemos frutas la mayoría de las calorías provienen de los carbohidratos, que se encuentran en forma de fructuosa, que es el azúcar natural de las frutas. Y esa es la naturaleza no solo de las frutas, sino de todos los alimentos de origen vegetal”.
Una naranja regular contiene 12 gramos de azúcar natural o casi tres cucharaditas. Una taza de fresas 7 gramos, menos de dos cucharaditas. Y tres gramos de fibra, el valor de un día completo de vitamina C, antioxidantes saludables, ácido fólico y potasio.
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